GUILLERMINA ABRAMOFF: “QUE ALGO SEA ILEGAL NO SIGNIFICA QUE SEA MALO”
- anto pedemonte

- 13 may 2019
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Madre de Tobías, que padece de epilepsia refractaria, e integrante de la Fundación Mamá Cultiva Argentina, organización que busca impulsar el uso de la resina de cannabis en el país y que tiene como principal objetivo la legalización no solo del uso medicinal de la planta de marihuana, sino también recreacional y sobre todo, el autocultivo.

La fundación Mamá Cultiva entiende que el aceite de cannabis es una alternativa terapéutica eficaz para las personas que sufren enfermedades como epilepsia refractaria, cáncer y otras patologías que no encontraron una cura o fuente de alivio con la medicina tradicional.
Por: Antonella Pedemonte
-¿Cómo se enteraron de las virtudes del cannabis?
-La mayoría de las mamás que formamos parte de Mamá Cultiva nos enteramos por Josefina, una nena de Chile, que salió en el noticiero. Ella, tenía epilepsia refractaria igual que mi hijo y tenía alrededor de 300 convulsiones por día, como Tobias. Entonces, empecé a preguntar por todos lados y las primeras que me responden son Las Mamás Cultiva, que me invitaron a un taller. Allí no me hablaba un médico ni un científico, me hablaban mamás que habían sufrido lo mismo, que eran espejos míos. Me contaron que había 200 cepas o más de la planta, cuando a mi la medicina me había dicho que no quedaba mucho por probar ni estudios para hacer. Entonces, ahí se me abre un mundo de posibilidades para Tobias.
-¿Cómo tomaron la noticia los médicos que atendían a su hijo?
-No lo aceptaron. El neurólogo sobre todo no lo aceptó. Dijo que no le íbamos a dar al nene algo que no sabíamos cómo estaba compuesto. Le dije, “doctor, no sé lo que usted me está dando, firmándome con una lapicera que dice “Keppra””, que es una de las medicaciones que le hacía tomar a mi hijo. Es lo mismo que venga un tipo con la camiseta de “Marlboro” a decirme que no fume “Lucky” porque me hará mal.
-¿De dónde sacan el aceite?
-Todas las mamás vamos por el autocultivo. En Chubut se autorizó la entrega del Charlotte pero el uso de aceite casero sigue ilegal. Nos queda incompleto. Estamos contentas con eso pero no nos alcanza porque la planta tiene miles de componentes y cada paciente requiere una cepa diferente. El Charlotte, que es una medicación importada, cubre el 20% de los casos porque es una sola cepa, ya que usa un sólo componente de la planta. Entonces, la única manera de tener la variedad de cepas correspondientes es con el autocultivo, porque ninguna farmacéutica hará 300 medicaciones de cannabis.
-¿Por qué, al ver los resultados que produce el aceite cannábico en la salud, cree que sigue prohibido su uso medicinal a nivel nacional y el Ministerio de Seguridad se niega a cambiar la Ley sobre drogas?
-La planta se hace ilegal cuando se comprueba que tiene composiciones beneficiosas ya que para ninguna farmacéutica es negocio hacer una medicación como es el Charlotte de U$S 500, cuando uno puede tener la planta en su casa con iguales resultados o más abarcativos. Cuando fuimos al Ministerio de Seguridad a tener una reunión con el subsecretario Enrique Thomas, nos dijo que desde el Ministerio había un “no rotundo” a cambiar la Ley N° 23.737, porque ellos luchan cuerpo a cuerpo con el narcotráfico, por lo que entendemos que hoy frente a la Ley nosotras somos narcotraficantes y lo único que hacemos es cultivar plantas para darle a nuestros hijos.
Desde el Ministerio de Salud hay más predisposición que en el de Seguridad pero hablan de un estudio desde cero cuando ya hay países que lo estudiaron, como Israel, que tiene 20 años en el tema. Entonces, es una pérdida de tiempo empezar de cero y no podemos esperar.
-¿Qué países son un ejemplo en cuanto al marco regulatorio del cannabis?
-A nivel legal, Uruguay. Creemos que si hay una legalización, una liberación de la planta, se ayudaría a frenar el narcotráfico. En el mercado existen respecto del cannabis: la marihuana compacta que tiene marihuana podrida, veneno, caca de rata, etc; y por el otro lado las flores que es lo que cultivamos. Cuando se habla de marihuana por lo general se mezclan las dos cosas. La marihuana compacta es la que usan los narcotraficantes para vender. El uso de las flores no hace mal. Está comprobado que no tiene nivel adictivo, ni genera que una persona salga a matar. No se puede poner a igual nivel que la cocaína, el éxtasis o la metanfetamina.
-La Ley Penal de estupefacientes sanciona con pena a quien cultiva cannabis. Su organización dicta talleres de cultivo. ¿Qué les genera que haya personas que piensen que su organización viola la Ley al incentivar el uso de una sustancia prohibida?
-Si la ley está mal hecha no veo lo malo de romperla. Que algo sea ilegal no significa que sea malo. ¿Por qué en Israel o California esto es legal y acá no? La diferencia entre lo legal y lo ilegal es que allí hubo dos o tres diputados que levantaron la mano y acá hubo dos que no la levantaron. Para nosotras lo único que cambia es que si es legal nos dará más tranquilidad pero no significa que dejemos de cultivar, ni de darle el aceite a nuestros hijos, ni dejar de hacer los talleres porque sea ilegal. Porque además hay millones de personas que lo necesitan. El deterioro que generan las medicaciones tradicionales es más grande que el que produce la enfermedad, entonces, no podemos dejar de transmitirle ésto a otras mamás. Para nosotras hacer un taller es abrir cabezas, es concientizar. No hacemos nada malo, sólo queremos ver bien a nuestros hijos.

Guillermina con su hijo, Tobías.




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